jueves, septiembre 30, 2004

País Olvidado

Soñé que en un lejano lugar existía un país llamado País Olvidado. En el la gente vivía en mitad de un desierto. Las casas no eran de piedra ni de ladrillos y no se llamaban casas sino “jaimas”. Tampoco tenían jardines ni agua corriente. Los niños caminaban, en ocasiones incluso descalzos, para ir al colegio donde se aplicaban para ver si con un poco de suerte podían disfrutar ese verano de unas vacaciones en paz. Las mujeres además de atender la casa y a los niños eran las encargadas de que todo marchase bien en ese país, ya que los hombres de País Olvidado estaban más ocupados en la lucha y en defender el país. En País Olvidado no existe otra riqueza que no sea la de la risa y los corazones de sus habitantes.
Sin embargo, País Olvidado no siempre fue País Olvidado. Durante una época vivían en ciudades, en casas de verdad. Desde sus ventanas se veía el mar. Y la gente recordaba hasta el nombre de su país.
En el desierto los habitantes de País Olvidado soñaban con volver a su verdadero país, ese que estaba lejos del desierto. Los habitantes de País Olvidado sabían que la mayoría de la gente del resto de países se había olvidado de que ellos existían pero también sabían que había un montón de gente que siempre les tenía presente y nunca se olvidaban de que ellos estaban olvidados en el desierto. En País Olvidado nunca perdían la esperanza.

Me desperté esa mañana y descubrí con tristeza que ese País Olvidado existía en realidad. Los saharauis siguen en sus campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia) esperando que un día por fin se celebre el referéndum que les haga libres.

sábado, septiembre 25, 2004

Claros o nubes?

Lo mejor de esta vida es que cuando vas cuesta abajo y todo va de culo de repente tiene lugar un acontecimiento que hace que todo cambie, se acabe la mala racha y comiences a verlo todo de forma positiva. Lo peor de esta vida es que eso también ocurre en el otro sentido, es decir, puede que estés en un momento súper feliz y de repente caer en la mierda en cuestión de segundos por una metedura de pata, un mal calculo o simplemente porque si. Pero bueno... nada es eterno (ni las cosas buenas ni tampoco las malas) así que... habrá que subir y bajar. Afortunadamente para mi en estos momentos se acaban de colar unos rayos de luz entre las nubes. A ver cuanto tiempo falta hasta la próxima etapa de sólo nubes.

jueves, septiembre 23, 2004

La escalera del vértigo

Ayer bajé un par de escalones. Sé que si retrocedo cada día me costará más llegar a lo más alto de la escalera pero ayer sentí un poco de vértigo. Tal vez es que había subido muy rápido, o quizás fue por el viento que a esa altura no paraba de zarandearme. Sólo sé que ayer volví a sentir vértigo. Mañana voy a ver si me sujeto mejor al pasamanos, piso firme sobre los escalones y no me importa que haga viento.

jueves, septiembre 16, 2004

Descubrimientos

Hoy he descubierto que por más que me agarre fuerte a tu mano nunca podré seguir tus pasos. Me pierdo con tus continuos saltos. Mis piernas no alcanzan a seguir tus rápidos pasos. Luego de pronto paras en seco y no siempre me da tiempo a reaccionar, a pisar el freno. Normalmente freno unos metros por delante de ti y no siempre llego a tiempo cuando retrocedo.
Hoy he descubierto que siempre voy siguiendo tu rastro y tengo miedo de que un día mis sentidos me confundan y me lleven hacia un destino extraño.
Hoy he descubierto tan sólo eso.

miércoles, septiembre 15, 2004

Controlando el tiempo

He conseguido hacerle burla a mi semana aburrida y eteernaaa. He cerrado el libro y me he ido a dar una vuelta con unas amigas. Íbamos a ir a dar un paseo pero como no paraba de llover hemos acabado tomando cervezas, charlando y fumeteando un poquillo. Una tarde agradable. Y bueno, mañana hago mi último examen hasta febrero así que... sospecho que a partir de ahora mi semana empezará a volar. ¿Será que ya he empezado a aprender a controlar el tiempo y manejarlo a mi antojo?

Las horas

Las horas se alargan lentamente en esta semana que se antoja eterna mientras no hago más que pensar en el fin de semana que pasará fugazmente como un abrir y cerrar de ojos. En mi lista de cosas pendientes apunto aprender a controlar el tiempo.

lunes, septiembre 13, 2004

Decir si a ser libre

Somos ciudadanos libres. Pos eso no siempre tenemos derecho a poder elegir con que cabeza nuestra almohada poder compartir, no siempre podemos estar orgullosos de ser quienes somos, por eso hay gente que tiene que vivir con un continuo antifaz y mirar antes de poder entregar sus labios. Por eso no tenemos derecho a elegir libremente hasta que momento queremos seguir viviendo. No podemos decidir cuando y como ponemos el punto final. Somos ciudadanos libres, por eso hay gente que no es capaz de huir y sin encontrar respuesta no les dejan mas opción que esperar a que llegue el final mientras otros les van robando golpe a golpe su vida. Somos libres. Por eso aunque no nos cansamos de gritar no, nos intentan hacer creer que siempre gritamos si.
Por eso, aunque soy consciente de que somos unos privilegiados por poder disfrutar de esta... llamémosla “libertad”, no puedo evitar plantearme cuanto tiene de cierto dicha libertad.

viernes, septiembre 10, 2004

El viaje infinito

Me gustaría tener súper poderes. No pretendo ser una súper heroína y tener que cargar con la responsabilidad de tener que hacer cosas increíbles para mejorar este mundo ni tampoco tener que salvar a la humanidad de terribles amenazas como... un gigante meteorito que se va a estampanar contra la Tierra (ja! Cuanto peor son las pequeñas amenazas, menos impresionantes y más inofensivas aparentemente pero muchísimo más destructivas que la mayoría de las grandes amenazas). No, yo simplemente quiero tener súper poderes. Me gustaría poder viajar a través del tiempo. Poder ir al pasado y dar una patadita a aquella cosa que me pareció tan insignificante y que hoy me está fastidiando la vida. Darme un paseito por el futuro y ver si voy por el camino correcto. Saber si las cosas van a mejorar o por lo menos seguir como están y si merece la pena seguir haciendo esfuerzos, saber si de verdad voy a tener recompensa por los sacrificios que tengo que hacer actualmente o si todo va a ser una mierda el día de mañana haga lo que haga en estos días. Claro que... ver el futuro le quitaría un poco de gracia al asunto porque... lo mejor del futuro es que no tenemos ni zorra idea de lo que va a pasar pero... por otra parte es probable que disfrutásemos el doble del presente si conociésemos el futuro.
Me gustaría también ser capaz de plantarme instantáneamente en cualquier lugar del mundo. Poder estar en el momento justo en el sitio justo donde alguien puede necesitarme. Hacer un montón de kilómetros en un segundo para poder darle un codazo y un guiño a esa gente que ya se ha ido de mi vida y decirles “ey! Cómo te va?”, para poder abrazar a un amigo, para compartir unas risas, para susurrarle algo a esa persona especial al oído... Y ya puestos me gustaría también poder viajar hasta el sol, pasar rozando al lado de una estrella, columpiarme en una nube... Me gustaría poder hacer viajes infinitos.

Volvió el orden

Después de meses de ajetreo, de mudanzas, de entrevistas, de aeropuerto, de autobús, de taxi y de moto, de metros y de kilómetros, de trenes que vuelan y de días de reflexión, de más mudanzas, de aquí y de allá, de amigos, de neveras vacías, de fines de semana, de maletas, de gente y de que ya no me acuerdo a dónde quería llegar con una introducción tan pedante. Ah, eso. Que vuelve. Parece que se apacigua el caos y regresa el necesario, para mí, orden. Las cosas van encajando cada una en su lugar, los pequeños detalles, las pequeñas rutinas, las perspectivas, los planes. Las prisas se van aparcando, la sensación de temporalidad permanente se desvanece. Este fin de semana marcará la transición. Un fin de semana tranquilo y diferente, sin grandes expectativas, sin necesidad de exprimir el tiempo. Sólo de disfrutarlo. Y una próxima semana que disfrutar también. El trabajo se antoja cada vez más interesante y asusta menos. La incredulidad de que un trabajo como este exista -y en este país- no deja de crecer, y la sensación de haber conseguido el premio gordo que tuve el día del fichaje (que fue el mismo que el de los trenes que vuelan) no se ha apaciguado sino que me hace hormiguear el estómago cada vez más a menudo. Así que, después de haber respirado hondo, comencemos a disfrutar de nuevo de cada minuto, como ha sido siempre.

Y el próximo fin de semana: San Mateo!!
Y c*ñ*, a cantar Eres tú (uuh-uu-úh) en el arosa gritest jits.

2 + 2 = 4

Puede ser
que la vida
me guíe hasta el sol
puede ser!
que el mal!
domine tus hooras
o que tooda tu riisa
le gane ese pulso al doloor (al doloor)

Miénteme. Condéname. Encadéname.
Sedúceme y hazme tuya.
Y miénteme. Castígame.
Que esta noche estás conmigo.
Y que esta noche es para mí.
No.. no.. hiá!

Vale, este artículo es una bazofia pero tengo que ir calentando dedos, ok?

miércoles, septiembre 08, 2004

Mi cabeza saltarina

Tengo la sensación de que últimamente mi cabeza está saltarina. Si, no para de dar saltos hacía el pasado. No es que esa sensación no me guste, más bien todo contrario, acordarme de cualquier detallito insignificante de mi vida pasada me resulta una sensación agradable. Tal vez porque después del filtrado que hace nuestro cerebro suelen quedar una selección de recuerdos, así a grandes rasgos, bastante positivos.
Hoy mi cabecita en su viaje por mis recuerdos ha ido a parar a mi infancia. Volvía en el coche a casa después de pasar la tarde por ahí tirada en el banco de un parque con un amigo (he empezado a aprovechar mis tardes de “perdida de tiempo”, se acabaron los mega agobios previos a la cita con un examen en los que me bloqueaba y no paraba de pensar que nunca jamás iba a terminar la carrera. No es que ahora tenga claro que voy a acabar la carrera pero... por lo menos me salto lo de los agobios y lo sustituyo por paseos por la playa, charla con los amigos y etc etc) cuando de repente por alguna extraña razón me he acordado de aquel mirador solitario donde iba a jugar cuando de pequeña acompañábamos a mis abuelos a recoger hierba para el ganado. Así que he desviado mi ruta para ir a ver como estaba ahora ese sitio.
Nada más llegar me he sentido un poco desilusionada porque no estaba tan limpio y cuidado como en mis recuerdos pero después me he sentado, he encendido un cigarrillo (no soy fumadora pero... a veces una cae en la tentación y creo q ese momento se merecía un cigarrillo) y... Ha sido estupendo, las vistas, los sonidos...
Hacía donde dará el salto mañana mi cabeza?

martes, septiembre 07, 2004

A la deriva

A veces sueño que me enfrento a grandes tormentas, entonces me siento fuerte. Consigo que mi barca llegue hasta la orilla y son mi miedo y mi angustia lo único que navega a la deriva.

lunes, septiembre 06, 2004

Oración

No sé muy bien por que extraña razón hoy me he tropezado por aquí con una conversación importante que mantuve con una persona no menos importante (ya veis, cosas de la técnica... Está muy bien eso de poder tener guardaditas y ordenaditas todas las conversaciones importantes pero... cuanto mejor es en ocasiones que las palabras se las lleve el viento...)hace ya más de un año. Instintivamente he buscado la canción de esa época (y que me ha costado tanto poder escuchar entera hasta no hace tanto) y por un momento me he transportado en el tiempo.
Con un par de lagrimitas he vuelto a la realidad y... Aunque todo esté más que superado y el balance sea bastante positivo lo cierto es que a veces aún escuece un poco. Más que nada por lo que era en su momento, por como lo veo ahora, porque la manera de verlo que tenemos ambas partes implicadas es tan distinta, por el miedo que tengo de no ser capaz de volver a sentir lo mismo, porque ahora no sé si tenía tan claro lo que sentía...
Me viene a la mente un poema de Cristina Peri Rossi:

ORACIÓN
Líbranos, Señor,
de encontrarnos, años después
con nuestros grandes amores.


En fin...oremos...

Siempre se pierde lo esencial

Acabo de llegar de ver una película de esas que te recorren por dentro y aquí estoy frente a mi ordenador y sintiéndome muy rara. Tal vez sea por la película. Tal vez no. Tal vez por la película y otra serie de cosas, las cosas que por si solas suelen ser inofensivas pueden tener efectos terribles cuando a veces se juntan.
El caso es q como estoy un poco rarita me he puesto a mirar unas páginas de poemas que tenía por aquí apuntadas y me ha gustado esto:

Cuenta la historia que en aquel pasado
Tiempo en que sucedieron tantas cosas
Reales, imaginarias y dudosas,
Un hombre concibió el desmesurado
Proyecto de cifrar el universo
En un libro y con ímpetu infinito
Erigió el alto y arduo manuscrito
Y limó y declamó el último verso.
Gracias iba a rendir a la fortuna
Cuando al alzar los ojos vio un bruñido
Disco en el aire y comprendió, aturdido,
Que se había olvidado de la luna.
La historia que he narrado aunque fingida,
Bien puede figurar el maleficio
De cuantos ejercemos el oficio
De cambiar en palabras nuestra vida.
Siempre se pierde lo esencial. Es una
Ley de toda palabra sobre el numen...


Es un trocito (bastante extenso, lo siento) de La Luna, un poema de Borges (demasiado largo para ponerlo entero bajo mi punto de vista).
Bueno, voy a seguir con los poemas y mis rarezas.

domingo, septiembre 05, 2004

Es tan sencillo?

Mientras observo la lluvia torrencial que ha empezado a caer hace unos segundos (como me gustan estos días en los que de repente cambia el día, oscurece en mitad de la tarde y de buenas a primeras cae una tromba de agua limpiando y refrescando un día bochornoso, pegajoso) me he puesto a pensar lo complicada que puede llegar a ser la vida.
Analizando este mundo llego a la conclusión que en el fondo las cosas son bastante sencillas. Lo que ocurre es que nos dejamos llevar por una serie de círculos viciosos interminables, llenos de celos, malentendidos, orgullo, venganzas, odios... Que luego a una mayor escala se traducen en conflictos, guerras...
Sin embargo, yo (una persona minúscula, simple, sencilla) en algunas ocasiones me siento capaz de acabar con todo eso, no me parece tan complicado, simplemente habría que hacer un par de cambios. Pero claro, eso dentro de mi cabeza porque fuera... Fuera las cosas nunca son tan sencillas (por qué esa afición a complicarlo todo siempre?). Me pongo a analizar ahora mi vida y es cuando me doy cuenta de que, ¿cómo voy a ser capaz de cambiar el mundo si las cosas a veces me superan incluso a mi pequeña escala? Y entonces empiezo a sentir vértigo.
¿Quién me mandará a mí ponerme a pensar y levantar la vista? Mejor, al menos de momento, me quedaré en mi micromundo... Es tan sencillo hacerme feliz, que me de el aire en la cara, que suene la guitarra del Kolibrí, bailar de madrugada si me da la puta gana, que suene la puerta y pregunten por mí, tus manos abiertas, despegar los labios, verte sonreír...