martes, abril 05, 2005

“Era superior a mis fuerzas convencerla de que yo apreciaba precisamente aquella imperfección y aquella falta de conocimientos, y no porque admirase el primitivismo por sí mismo, sino porque eran los síntomas propios de un ser intocado y me permitían tener la esperanza de dejar en Lucie una señal tanto más profunda, tanto más imborrable”.

Milan Kundera. La broma