domingo, febrero 27, 2005

La espera de Sara

Sara estaba esperando a que llegase la primavera. Se dio cuenta entonces de que se pasaba la vida esperando. Cuando era pequeña esperaba que terminase el verano para volver a la escuela. En la escuela esperaba que terminasen las clases para poder ir a pasear al parque, esperando con ansias las vacaciones. Después, cansada de esperar a ese hermano que nunca llegaba decidió que se dedicaría a esperar hacerse mayor. Fue una larga espera y mientras tanto empezó a hacer una lista con todo lo que esperaba conseguir cuando por fin llegase ese momento. Pasaron los años y por fin se había hecho mayor. Entonces olvidó en que cajón había guardado la lista con las cosas que debía esperar cuando fuese mayor, así que se dedicó a esperar a que alguien la quisiese, esperando que alguna vez sonase el teléfono mientras esperaba que la fueses a buscar. Esperó también para tener hijos, esperó a ahorrar el dinero suficiente para poder hacer aquel viaje, esperó dejar de estar sola.
Sara se había cansado de esperar a que su perro Blas dejase de olisquear entre las flores para seguir junto a él su paseo para el que siempre esperaba a que diesen las cuatro y media de la tarde. Así que se desvió del camino acercándose a las vías. Sara, sentándose entre los raíles había tomado una decisión, por fin iba a dejar de esperar cosas. Pero antes, tenía que esperar hasta que pasase el próximo tren.

3 Comentarios:

Blogger Borja dijo...

Toda nuestra vida es una espera. Por eso hay que celebrar las cosas inesperadas que nos suceden y disfutar de ellas al máximo. Y no debemos esperar que nos suceda algo sorprendente porque entonces pierde el factor sorpresa y nos vemos abocados a esperar algo que un principio fue novedoso y que nos hacía ilusión para convertirlo en pura rutina. No hay nada peor que la desesperanza. Como dice un verso de Miguel Hernández: "Dejádme la esperanza".

27 de febrero de 2005, 20:29  
Blogger Sandman dijo...

no creo que la vida sea una espera, es más creo que edda trata de transmitir que la vida debe de ser todo lo contrario, que nadie deberia pasarse la vida esperando que le suceda algo bueno. La esperanza es necesaria, pero ella sola no te lleva a ningun sitio

28 de febrero de 2005, 22:14  
Blogger Javier ML dijo...

Vaya, este micro-relato o lo que sea me parece buenísimo. Es muy efectivo transmitiendo la idea, consigue que recuperes -al menos por unos momentos- la perspectiva que tantas veces dejamos olvidada en ese cajón, junto a la lista de las cosas que esperábamos. Me parece muy bien construido y aunque juega con el uso reiterado del verbo "esperar", lo hace en la medida adecuada. Y el final está genial. Y eso, te deja así como con una cosa aquí dentro, mola. :-)

2 de marzo de 2005, 11:53  

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