miércoles, octubre 20, 2004

Hoy hace viento

A veces me siento tan feliz que necesito llorar para expulsar, en forma de lágrimas, parte de esa felicidad y lograr así el equilibrio. Hoy hace viento, los días de viento me hacen pensar, y me he puesto a pensar que hoy tampoco estás a mi lado. Pero las horas pasan rápidas, hace ya mucho tiempo que no estás a mi lado pero cada vez queda menos para que nos volvamos a encontrar, aunque sea sólo en sueños.
Me siento feliz. Tal vez el hecho de que por fin llegue cansada todos los días a casa es parte de esa felicidad. Por fin me siento satisfecha con lo que hago, y además me canso, con lo cual indudablemente me supone un esfuerzo. Eso hace que desaparezca esa sensación de pasar por la vida de aquí para allá con la sensación de tener el rumbo perdido y no saber ni hacia donde voy, ni que es lo que voy a hacer. Por lo menos ahora hago algo.
Y es que los días de viento me hacen pensar. Por eso también he pensado que desde que no estás vuelvo a ser un poco mas yo. Vuelvo a ser yo, ese yo escondido, que va de un lado para otro con la intención de no dejar huellas sabiendo que puede ser precisamente eso lo que más huellas vaya dejando. Me escondo, me escondo del mundo real creando mi mundo particular, donde me siento fuerte, invencible, capaz de todo aunque a veces me hunda pero nadie en ese mundo es capaz de percibir que por un momento me he vuelto débil.
Envuelvo ese mundo mío en música y letras. Música que va poniendo ritmo a mis pasos con la intención de no perderme cuando camino, de no perderme tampoco cuando subo y cuando bajo. Música que me ayuda a zambullirme de cabeza, hasta lo más hondo de esa superficie de letras que se abre a mi paso cuando me sumerjo en las páginas de esos libros que me ceden sus palabras para hacer parte de la envoltura de mi mundo.
Hoy hace viento, el viento me hace pensar y hoy he pensado que soy feliz en mi mundo envuelto.