Añoro mi piscina

No lo echo de menos.
Mi vida ha cambiado cuatro veces en dos años. Hace tres no era nada. ¿O qué era? Quizá era lo mismo y sólo cambia la actitud. La forma de percibir. La manera de sentir.
Ahora miro adelante. Y veo un hueco muy grande. Un hueco es algo bueno, porque puedes llenarlo como quieras. O como puedas... Pero lo más probable es que no tengas muy claro cómo llenarlo. A veces dejas que se vaya llenando solo. Lo mejor son las sorpresas, lo que no esperabas. Y entonces te das la vuelta y sonríes.